domingo, 18 de noviembre de 2012

Retratos y ritmos de Buenos Aires

Pocos son los emblemas de Buenos Aires. Pocos también, los artistas que se dedicaron de lleno a descifrar esta ciudad, por demás misteriosa. Horacio Coppola y Astor Piazzolla pintaron su aldea, desde su lugar. Ambos, habiendo transitado por las calles de Europa, supieron volver a sus raíces y reivindicar lo autóctono de Buenos Aires. Tango, obelisco, calles y habitantes de la época, fueron las musas inspiradoras de estos creadores.

Horacio Coppola nació en 1906 en una familia genovés. Comenzó sus estudios en Derecho, pero al poco tiempo desistió para dedicarse de lleno a la fotografía, y en la edad de 21 ya se lo consideraba un fotógrafo con nombre y apellido. Transitó por el área cinematográfica, haciendo películas, pero siempre manteniendo la misma temática que lo enamoraba: la ciudad. En una entrevista con el también fotógrafo Zimmermann, a sus 104 años, el cazador de imágenes mantenía intacta su pasión, y definía su trabajo como:

“Desde mi ventana miro lo real iluminado: encuentro una imagen, por así decirlo, de mi mundo propio. Cuando de los infinitos puntos de vista posibles desde mi ventana, elijo ése que es para mí el más esencial y revelador de lo real, del presente. Ahora, con la cámara fotográfica, me posesiono de esa imagen: soy fotógrafo”.

En el siguiente video, no te pierdas las imágenes de Coppola, que demuestran una perfecta composición y simetría. La perspectiva de Coppola de la ciudad de Buenos Aires, con sus calles, sus autos antiguos y  sus edificaciones:
Por su parte, Astor Piazzolla fue un músico argentino que se inspiró, al igual que Coppola, en Buenos Aires para componer, en su caso, melodías mezclando tango con música clásica.
Al igual que Coppola, estuvo relacionado en el ámbito de cine, viajó a Europa para aprender, y también compuso música con las letras de Jorge Luis Borges.
En primer lugar, viajó a Nueva York, donde se inspiró en los suburbios para sus composiciones. Luego, transitó por París, donde estudió a partir de una beca.
Fue invitado por Gardel para participar en la película El día que me quieras, pero su padre no lo dejó. Esta negativa salvaría su vida, ya que, en ese viaje, el staff de la película pierde la vida.
En 1950 compuso la banda sonora de la película Bólidos de Acero, ya consagrado en la profesión.
Realizó además un disco, El tango, que contiene letras de Borges como El hombre de la esquina rosada.

En el siguiente video, vas a apreciar la música de Piazzolla, con las imágenes de Coppola. “Canto y fuga”, es la obra del músico, donde se puede escuchar la mutua influencia entre la música clásica y el tango.


 

La obra emblemática de Piazzolla fue “Adiós Nonino”, que la compuso a partir de la muerte del padre.

“El (tango) número uno es Adiós Nonino. Me propuse hacer uno superior y no pude”. 

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